¡Felicidades! Tus uñas están brillando, lisas como porcelana y listas para presumirse. Pero, ¡espera! El trabajo no termina cuando sales del salón o terminas tu manicura en casa. Si quieres que ese gel dure lo que debe (¡o más!), y que tus uñas sigan fuertes y sanas… aquí va tu mini-guía post-gel.
1. Nada de uñas superhéroes
Tus uñas con gel son resistentes, sí… pero no son destapadores de botellas ni rascadores de etiquetas. ¡Evita usarlas como herramientas! Cuídalas como si fueran joyas.
2. Hidrata como si no hubiera un mañana
Aceite de cutícula = tu nuevo mejor amigo. Unas gotitas al día mantienen la flexibilidad de la uña, evitan que se reseque y ayudan a que el gel no se levante antes de tiempo. Ah, ¡y tus manos también merecen cremita!
3. Guantes, guantes, guantes
¿Vas a lavar platos, limpiar o usar productos químicos? Ponte guantes. No sólo cuidas el gel, también evitas que tus uñas se vuelvan quebradizas.
4. Evita baños muy calientes o largos
Sumergir las uñas en agua caliente por mucho tiempo puede debilitar el adhesivo del gel. Disfruta tu baño, pero sin convertirte en sirena.
5. No arranques el gel cuando empiece a levantarse
Sí, es tentador. Pero si lo haces, te llevas capas de tu uña natural. Mejor ve con una profesional o retíralo con cuidado en casa.
🌟 Bonus tip:
Dale un respiro a tus uñas cada 2 o 3 aplicaciones. ¡También merecen vacaciones!
Con estos tips, tus uñas se verán increíbles, el gel durará más y evitarás sorpresas desagradables. Recuerda: ¡manos bonitas, pero sanas también!